Menopausia y Perimenopausia
Para hablar de menopausia, hablemos de perimenopausia
Porque, antes de que llegue ese, no sé si temido o estigmatizado momento llamado “menopausia”, existe otro proceso de adaptación llamado perimenopausia
¿Qué es la perimenopausia?
La perimenopausia es la etapa de transición anterior a la menopausia, que puede durar desde varios meses, hasta 10 años. Durante este periodo, los niveles hormonales, en especial de estrógenos y progesterona, comienzan a fluctuar de manera irregular, lo que provoca una serie de cambios físicos y emocionales en el cuerpo de las mujeres. Habitualmente, perimenopausia comienza a los 40 años, pero puede comenzar antes o después, dependiendo de cada persona.
Este periodo marca el inicio del declive natural de la función ovárica y es una señal de que el cuerpo está preparándose para la menopausia, el fin definitivo de los ciclos menstruales.
¿Por qué ocurre la perimenopausia?
La perimenopausia tiene lugar a la disminución gradual de la producción de hormonas reproductivas en los ovarios, en especial estrógenos y progesterona. A lo largo de la vida reproductiva de una mujer, los ovarios liberan óvulos de manera cíclica, regulando los períodos menstruales. Sin embargo, a medida que se envejece, el número de óvulos viables disminuye y la ovulación se vuelve más irregular. Esto lleva a una subida y bajada de hormonas que se traduce en otros síntomas además de los cambios menstruales.
Es una etapa que cada mujer experimenta de manera diferente y que puede verse influenciada por factores como la genética, el estilo de vida o la alimentación.
Síntomas de la perimenopausia
Como hemos dicho, estos síntomas pueden variar considerablemente entre las mujeres, tanto en intensidad como en duración.
- Irregularidades menstruales: Los ciclos menstruales pueden acortarse, alargarse…volverse impredecibles.
- Sofocos: Sensación de calor en la cara y el cuerpo que, a menudo va acompañada de sudoración.
- Sudores nocturnos: Pueden provocar dificultar para conciliar el sueño o insomnio.
- Cambios de humor: Los cambios hormonales pueden provocar irritabilidad, ansiedad o tristeza.
- Fatiga: La baja calidad del sueño sumada a los cambios hormonales, puede generar una sensación de cansancio constante.
- Sequedad vaginal: La disminución de estrógenos afecta la lubricación vaginal, causando molestias durante las relaciones sexuales.
- Disminución de la libido: Los cambios hormonales también pueden influir en el deseo sexual.
Cómo mejorar los síntomas de la perimenopausia
- Alimentación equilibrada: Incluir en la dieta alimentos ricos en fitoestrógenos, calcio y vitamina D te ayudará a mantener en equilibrio tu salud ósea y hormonal.
- Ejercicio: Actividades físicas como yoga, pilates ayudan a mejorar el estado de ánimo y promueven la salud cardiovascular y ósea. Llegado este momento también es importante trabajar fuerza.
- Técnicas de relajación: El mindfulness, la meditación o algunos ejercicios de respiración te ayudarán a reducir el estrés y la frecuencia de los sofocos.
- Terapia hormonal: En determinados casos, los médicos pueden recomendar una terapia hormonal para regular los niveles de estrógenos y progesterona, aliviando así los síntomas más grandes.
- Hidratación y cuidado íntimo: Para tratar la sequedad vaginal, se recomienda el uso de lubricantes o hidratantes vaginales que mantengan la zona cómoda y saludable.
Diferencia entre perimenopausia y menopausia
Es común que los términos “perimenopausia” y “menopausia” se utilicen de manera indistinta, pero debemos tener en cuenta que representan dos fases diferentes del proceso reproductivo de las mujeres.
La perimenopausia es la etapa de transición previa a la menopausia, cuando los niveles hormonales comienzan a varias y el ciclo menstrual se vuelve irregular. Durante la perimenopausia, aún se pueden tener menstruaciones, y aún es posible el embarazo, aunque exista menos probabilidad de que ocurra.
La menopausia es el momento en el que se deja de tener menstruaciones durante 12 meses consecutivos. Este periodo marca el final definitivo de la vida reproductiva.
Menopausia
¿Qué es la menopausia?
Es el cese definitivo de los ciclos menstruales y, por ende, de la fertilidad. Se diagnostica oficialmente cuando una mujer ha pasado 12 meses consecutivos sin menstruar. La menopausia suele ocurrir entre los 45 y 55 años, aunque puede comenzar antes, menopausia precoz, o después, menopausia tardía.
Este momento marca el final de la capacidad reproductiva de la mujer. Pero es importante recordar que la menopausia es una fase natural de la vida y no una enfermedad.
¿Por qué las mujeres tienen la menopausia?
Porque los ovarios dejan de producir óvulos de manera regular y los niveles hormonales de estrógenos y progesterona disminuyen de manera significativa. A lo largo de la vida reproductiva, estas son las hormonas responsables de regular el ciclo menstrual, pero con el paso de los años y el envejecimiento, la producción de óvulos se detiene y los ciclos menstruales llegan a su fin.
La disminución de estas hormonas no solo afecta el sistema reproductivo, sino que también tiene un impacto en otros aspectos de la salud, como la salud ósea o el sistema cardiovascular.
Síntomas de la menopausia
Los síntomas de la menopausia son similares a los de la perimenopausia, pero en algunos casos, pueden ser más pronunciados:
- Sofocos: Es como una sensación súbita de calor que afectan a la cara y el cuerpo.
- Sudores nocturnos: Los sudores nocturnos provocados habitualmente por sofocos, pueden influir negativamente en el sueño.
- Sequedad vaginal: Puede provocar picores, escozor y causar dolor durante las relaciones sexuales.
- Cambios de humor: Los cambios hormonales pueden aumentar la irritabilidad o causar depresión.
- Problemas de sueño: El insomnio o la dificultad para conciliar el sueño son síntomas habituales.
- Pérdida de densidad ósea: Aumenta el riesgo de osteoporosis debido a la disminución de estrógenos.
Cómo mejorar los síntomas de la menopausia
- Terapia hormonal: La terapia de reemplazo hormonal (TRH) puede ayudar a reducir algunos síntomas como los sofocos, la sequedad vaginal y los cambios de humor.
- Suplementos: Tomar suplementos naturales pueden ayudar a mantener la salud ósea, especialmente en mujeres postmenopáusicas.
- Estilo de vida saludable: Una dieta equilibrada, rica en nutrientes y baja en grasas saturadas, y la práctica de ejercicio regular, pueden prevenir el aumento de peso y promover la salud cardiovascular.
- Lubricantes vaginales: Tanto los lubricantes como las cremas íntimas hidratantes, pueden mejorar la sequedad vaginal de manera considerable. En WeBotanix hemos desarrollado CANNAGYN, una línea para el cuidado de la salud íntima respetuosa y efectiva.
- Apoyo emocional: Hablar con un profesional o unirse a grupos de apoyo puede ser útil para sobrellevar los cambios emocionales si estos se han demasiado difíciles de llevar.
Conclusión
Estos dos periodos son procesos naturales que marcan una transición de la vida reproductiva de una mujer. A veces es difícil entenderlos, pero comprender sus diferencias y cómo manejar los síntomas puede ayudar a las mujeres a tener el control en esta etapa.
Es importante recordar que son momentos de cambio, que hay que volver a conocerse y, sobre todo, ¡quererse mucho!