¿Cómo garantizar que un producto es ecológico?

El auge de la cosmética ecológica a nivel mundial, ha llevado a las empresas a garantizar la calidad de los productos mediante certificaciones, pero, ¿por qué es tan importante contar con estas certificaciones?

En un mercado en el que los productos ecológicos y naturales están en plena expansión, estas características a veces se utilizan a la ligera. Por ejemplo, encuentras una crema hidratante en un lineal con un BIO bien grande, un packaging que evoca productos naturales… Y cuando vas a ver los ingredientes… ¡Sorpresa! Apenas existen ingredientes naturales ni ecológicos. Sin embargo, el producto ha conseguido que, posiblemente no mires los ingredientes y pienses que te estás llevando a casa un producto con un compromiso medioambiental inexistente.

 

Esto hay que pararlo. Pero, ¿cómo?

Hay una parte que todas las personas deberíamos conocer y saber cómo se hace. Y es leer las etiquetas de los productos, ¿por qué? Porque el orden en el que están los ingredientes dice mucho de la composición de ese producto. Por ejemplo, si nuestra crema hidratante de aloe vera, incluye el aloe vera entre sus últimos ingredientes… Ten por seguro, que el principio activo más importante de esa crema. no será nunca el aloe vera.

Y es que, la cantidad de cada principio activo presente en el producto, sí influye en el orden de los ingredientes.

 

Las certificadoras estrictas son las que ofrecen garantías al consumidor de que están eligiendo un producto seguro, que cumple con los requisitos necesarios para ser un producto ecológico. Hay que tener en cuenta que, en el momento en que vivimos, la responsabilidad ecológica tiene suele tener mucho peso a la hora de elegir un producto. ¡Es una pequeña acción que puede ayudar con este caos ecológico que tenemos! Y esto, ha llevado últimamente al resurgimiento del greenwashing. ¿Y qué es eso? Pues la práctica fraudulenta de algunas empresas para hacerse un lavado de cara, presentándose a la población como empresas respetuosas con el medioambiente cuando, en realidad es todo lo contrario. Vamos, que al final no existe ninguna mejora con respecto al cuidado del medio ambiente y, encima, engaña al consumidor.

 

Esto es un problema para empresas que de verdad tienen un compromiso medioambiental, porque el greenwashing ha despertado el esceptismo en muchos consumidores, deteriorando a muchas empresas que sí mantienen ese compromiso.

 

¿Por qué es tan fácil hacer pasar por natural a todos los productos cosméticos?

El problema está en Europa y en la inexistencia de una que determine qué productos cosméticos son naturales y qué criterios deben seguir para ello. De hecho, el Comité de Salud Pública del Consejo de Europa indicó que:  “En el mercado europeo encontramos numerosos cosméticos calificados como naturales aunque frecuentemente contienen ingredientes que no son naturales. La utilización de la expresión “cosmético natural” difiere de un país a otro y pasa lo mismo en lo que se refiere a las directrices aplicables a la fabricación, la comercialización y el etiquetado. Es necesario poner a punto una definición uniforme y establecer principios directores para los cosméticos naturales en Europa”.

 

Vamos que, en la Unión Europea no existe normativa alguna que regule qué requisitos debe cumplir un cosmético para considerarse ecológico o natural. Esto ha llevado a las empresas más consolidadas a trabajar con determinados organismos para fijar unas normas, unos requisitos y un sistema de control específico para estos productos cosméticos.

 

 

Normas para certificar productos ecológicos

BioVidaSana

Es una normativa que reúne una serie de requisitos para su posterior certificación. Esta asociación promueve un consumo responsable y un compromiso con el medio ambiente. Existen 3 categorías.

Categoría I: Cosmético ecológico.

Categoría II: Producto cosmético natural con X% de ingredientes ecológicos.

Categoría III: Producto Cosmético Natural.

 

Cosmos Organic

Una norma muy exigente con los productos, de reconocimiento mundial y disponible para los productos que contienen el porcentaje requerido de ingredientes ecológicos y que respetan en todos los aspectos el COSMOS-Standard AISBL (Organización internacional sin ánimo de lucro, cuyo fin es definir lo requisitos comunes para productos cosméticos ecológicos).

Se trata de una certificación muy importante ya que garantiza productos de cosmética naturales y orgánicos que respeten el medio ambiente.

 

¿Y quién se encarga de certificar el cumplimiento de estas normas?

Por ejemplo, la certificadora Bio-inspecta se rige por la normativa BioVidaSana y el CAAE, que se rige por la normativa COSMOS, siendo una de las certificadoras más estrictas. Se trata una entidad certificadora de ámbito internacional con un enfoque global que promueve un mundo más orgánico. Solo consiguen esta certificación aquellos productos que cumplen estrictamente con la normativa COSMOS-standard: productos ecológicos, orgánicos, que respetan el medio ambiente y que se desarrollan de manera sostenible.

 

 

 

Conclusión…

Antes de llevarte a casa un producto que parezca súper respetuoso con el medio ambiente, ten siempre en cuenta que los productos ecológicos certificados son aquellos que han sido verificados por una entidad como CAAE, sin intereses en los procesos de producción o elaboración, que garantiza que se cumplen todos los requisitos y normas con respecto a la producción ecológica, etiquetado y control.

¡Vamos a por un mundo mejor!